5 minutos

Esta mañana, mientras conducía, me acordé de un comentario de mi profesora de alemán, que hacía alusión a las recomendaciones de Angela Merkel para los países en crisis y a las respuestas populares internacionales.

Se quejaba mi profesora de la imagen que se tiene de los alemanes de ser “demasiado” estrictos y la discusión con una quincena de alumnos, profesionales con experiencia y provenientes de diferentes países europeos podríamos decir que acabó en decidir si 5 minutos eran o no importantes. Una cuestión que en España se consideraría ridícula.

Mientras conducía, esta mañana, me puse a calcular la “importancia” de esos 5 minutos y como no disponía de datos me los fui inventando y redondeando, método por cierto muy recomendable para poder tomar decisiones sin elevar innecesariamente los costes de la toma de aquéllas que no los merecen.

De entre las cifras que he oído y leído a propósito del salario medio en España creo que la más baja es 1800€ mensuales. En cuatro semanas, que es poco menos de un mes, trabajamos legalmente 160 horas. 1600 € también es algo menos de lo que se cobra en un mes, así que dividámoslo y tenemos que el salario medio español pueden ser unos 10€/hora. A esto le sumamos un 35% de carga social soportada por la empresa y tenemos 13,5€/hora de coste salarial. Dividiendo entre 12 nos da lo que le cuestas a tu empresa cada 5 minutos, que es poco más de 1,1€.

Ahora piensa en tu jornada de trabajo y calcula cuántos “cinco minutos” pierdes. Voy a poner algunos ejemplos de casos que conozco:

Llegar 5 minutos tarde

Llegar 10 minutos tarde

Llegar 30 minutos tarde

Hacer una pausa café de 15 minutos

Hacer dos pausas café de 15 minutos cada una

Estar 5 minutos en Facebook o navegando por Internet

Echar 10 veces al día esos 5 minutos de uso privado en Internet

Esperar 5 minutos en una reunión por alguien que llega tarde

Esperar 45 minutos en una reunión por alguien que llega tarde

Vamos a suponer que hay 20 millones de trabajadores en España y calcular lo que le costaría a la economía española EN UN DÍA que TODOS los trabajadores hicieran lo que tú haces (lo cual es altamente probable), cuando estás perdiendo algunos de esos 5 minutos:

Llegar 5 minutos tarde

22.000.000€

Llegar 10 minutos tarde

44.000.000€

Llegar 30 minutos tarde

132.000.000€

Hacer una pausa café de 15 minutos

66.000.000€

Hacer dos pausas café de 15 minutos cada una

132.000.000€

Estar 5 minutos en Facebook o navegando por Internet

22.000.000€

Estar 10 veces al día esos 5 minutos de uso privado de Internet

220.000.000€

Esperar 5 minutos en una reunión por alguien que llega tarde

22.000.000€

Esperar 45 minutos en una reunión por alguien que llega tarde

198.000.000€

Cierto es que cuando estamos esperando a alguien en una reunión, él puede estar aprovechando el tiempo, con lo que podríamos calcular que si la reunión es de dos personas el que espera tiene que esperar 10 minutos, en vez de 5, para que el impacto global sea de esos 22.000.000€. Si son 5 personas las que están en esa reunión, de las cuales 4 esperan sería 5x5/4 = 6 minutos 15 segundos de cuatro personas equivaldrían a cinco de cada uno.

De hecho, el coste de los tiempos de espera en las reuniones sí que se estudia en muchas empresas, siguiendo sistemas de gestión que lo procedimentan. Este problema no se suele dar en Alemania, ya que todo el mundo sabe a qué hora va a empezar la reunión: a la hora fijada. En España yo he estado en muchas reuniones que no tenía ni idea de cuándo empezarían, entre la hora fijada y una hora más tarde… o dos… o tres (no, lamentablemente no es broma).

Por otra parte está demostrado que el recuperar el tiempo perdido alargando la jornada laboral hace que aumente la diferencia de productividad en el trabajo con respecto a otros países, donde España está entre los últimos puestos. Es decir: esos 5 minutos perdidos no se recuperan, o no por completo, devolviéndoselos a la empresa del tiempo que en principio deberíamos tener libre.

Y por último tengo que deciros que mis estudios son en ingeniería, y no en economía, con lo que probablemente haya muchos conceptos que no he tenido en cuenta. Agradeceré cualquier corrección de cualquiera que sepa más que yo. Ahora planteémonos todos si no deberíamos prescindir de algunas pausas y preocuparnos más por llegar a la hora fijada, y si esos 5 minutos realmente importan o no.

Ah, por dar un resumen, esta vez calculando por lo alto, de las pérdidas de tiempo, vamos a suponer que una persona media llega 10 minutos tarde (5 por la mañana y 5 después de comer), se pasa 20 minutos al día usando Internet con fines privados, hace una pausa café de 15 minutos y está 10 minutos esperando a que empiece una reunión (ya compensados con asistentes que llegan un poco tarde y el que más tarde llega). A eso le sumamos 10 minutos que nos pasemos al día yendo al baño (que yo no digo si podemos o debemos ir al baño, únicamente digo que cuesta dinero). Eso son 65 minutos. 65 minutos x 1,1€/minuto x 20.000.000 de personas = 1.430.000.000€ al día… 7.150.000.000€ en 5 días…  371.800.000.000€ en 52 semanas. Quitadle lo que queráis por vacaciones y fiestas de guardar…

Estocolmo y Oslo

Poco más he visto de estos dos países nórdicos, pero aquí van mis impresiones:

Noruega es más rico que Suecia (aquí, en Estocolmo, dicen que en Suecia los taxistas son paquistaníes y en Noruega los taxistas son suecos).
Todo el mundo (habrá excepciones) es muy consecuente y honesto.
El primer idioma extranjero después del inglés (que es obligatorio) es el español.
Quien habla sueco entiende noruego y viceversa (eso hace unos 18 millones de hablantes nativos sumando ambos idiomas).
Estocolmo está mucho más cuidado (hace bonito) que Oslo.
En Oslo hay infinidad de obras; se comenta que en Estocolmo las habrá pronto, por la renovación de la red de metro (ahora hay dos niveles bajo tierra, tras la renovación habrá cinco!)
La calidad del servicio al cliente en Estocolmo está mucho mejor. En Oslo parecen parisinos...
En ambos países se come (o se puede comer) bastante bien.
En ambos países se ven muchos más McDonald's per cápita que en cualquier otro país que yo conozca (y hay unos batidos impresionantes!)
En Suecia se ven muchos menos IKEAs que en Alemania (viajo más en coche por Alemania que por España, así que con España no puedo comparar).

Eso es todo por ahora :-)

Exponiendo en Hannover

Fuimos a la Hannover Messe con esa incertidumbre que una situación como la actual hace que nos invada en muchos momentos.

 

Efectivamente, nos encontramos con situaciones de lo más diversas. Durante la preparación de la feria, mi trabajo consiste muchas veces en hablar con clientes, potenciales y actuales, e invitarlos a visitarnos en nuestro stand. 

Algunos de ellos ya nos ponen sobre aviso, nos informan de que han bajado su facturación hasta en un 70%, y de que intentan por todos los medios evitar los despidos. Se ponen en práctica medidas solidarias, tales como bajadas de sueldo provisionales que afecten a todos y cada uno de los trabajadores de la empresa (en vez de despidos que afecten sólo a una parte pero más radicalmente), o lo que llaman paro técnico (uno o dos días a la semana nadie trabaja en la empresa, y cobran de la seguridad social el equivalente a la prestación por desempleo para esos días).

 

Sin embargo, el balance de la feria fue realmente positivo. Con respecto a otros años las visitas se han multiplicado por dos, tanto las totales como las de elevado interés. Y es que en Alemania el mercado se muestra optimista, parece que estamos empezando a alejarnos de la crisis y que el segundo semestre de este año podremos volver a confiar en las exportaciones a Alemania (al menos).

 

Los malos augurios no faltan tampoco, pero ésos se quedan principalmente en el sector automoción. Según los expertos, la situación volverá la normalidad dentro de 18 meses, momento en el que todo el sector volverá a arrancar. Hay que tener en cuenta, por ejemplo, empresas de maquinaria especializada para piezas de automóvil, tales como tornos específicos; sus clientes tendrán que salir de la crisis antes de pensar en las nuevas inversiones, previsiblemente otros 6 meses de espera. Por supuesto, estas empresas no se quedan esperando a que la crisis pase únicamente con recortes de personal y otras medidas que sólo lleven a 'apretarse el cinturón', sino que buscan nuevos sectores en los que introducirse. Éstas serán las empresas que salgan de la crisis. No sólo sobreviviendo, sino muy fortalecidas.

Yo personalmente, volví de la feria lleno de optimismo, y con más ganas de trabajar que nunca. Pienso que eso es lo que realmente hace falta: trabajar más duro, y con una estrategia clara y definida.

De vuelta en la oficina

Nada de interés, ponerme al día después de casi dos semanas fuera no me da tiempo ni a leer el periódico más allá de los titulares. Al parecer hay una huelga importante en Galicia (o en Vigo, al menos).

Las huelgas son uno de los temas por los que las inversiones se alejan de nuestra región, a ningún empresario le gusta saber que cada tres años se negocia el convenio y eso tiene asociada una huelga con bastante seguridad. Parece ser que este año (toca negociación del convenio del metal) la cosa está tranquila por aquí... esperemos que eso suba la imagen que las empresas tienen de Asturias como región para invertir.

Para quien dude, ésa no es mi oficina.

Irlanda del Norte

Este fin de semana me tocó ir a Irlanda del Norte, tenía una reunión el martes y aproveché para hacer turismo antes.

Paseando por todas partes, me acordé de una historia que me había contado mi profesor de inglés. Cuando su madre vino a verlo a España (desde Inglaterra), estaba asustada porque no se veían ovejas por todas partes como allí, y no sabía qué iban a comer. Lo habéis adivinado, los puntos blancos de la foto son todo ovejas! Y había muchísimas más por todas partes.


Aparte de las ovejas, otras cosas que me llamaron la atención fueron el castillo de Dundrun, habitado por una familia hoy en día, y la tumba de St. Patrick, al lado de la Catedral del mismo nombre.

Con respecto a Belfast: la cena en el Harbour View impresionante; en mesas que son la mitad para comer y la mitad para cocinar, con el chef haciendo arriesgados malabarismos, degustamos varios platos de la cocina japonesa. Después de cenar fuimos al Robinson's, un pub que suele tener grupos tocando en vivo música tradicional irlandesa. La Guinness sigue sin gustarme, pero dicen que es cuestión de que la siga probando.

Ferias

Por fin, de vuelta de Hannover.
Ha sido una feria productiva. Tanto es así que en junio asistiré a otra feria en Alemania, aunque no de la misma manera.

En la feria de Hannover alquilamos un espacio en el que monto un stand con fotos y textos (cortos) que describen la actividad de la empresa, y los visitantes pasean por la feria y/o buscan en el catálogo empresas que les interesen y se paran a hablar con ellas. En otras ocasiones, también intento concertar citas con clientes potenciales de los que ya tengo referencias, pero en este caso no lo he hecho debido a la elevada cartera de pedidos que tiene la empresa en ejecución.

La modalidad de mi participación en la próxima feria, como decía, será diferente. Asistiré al “Día del Comprador”: la feria organiza una base de datos de posibles clientes y posibles proveedores, que pueden estar exponiendo en la feria pero no es obligatorio. Esas bases de datos se cruzan en manos de ambas partes y se preparan citas entre empresas que parecen complementarse en necesidades y posibilidades. En otras ocasiones he asistido a ferias con esta modalidad y los resultados son muy buenos, casi tanto como la participación completa en la feria, y con un coste económico y humano mucho menor. De paso aprovecharé para visitar posibles clientes de los que me han visitado en Hannover y que están en las proximidades, e incluso, si cuadra bien, para pasar un día o dos de turismo en Praga, que coge bastante a mano.

Vuelos y aeropuertos

Estoy en Hannover, de feria. Yo prefería la de Sevilla pero me ha tocado ésta.

Pues bien, los vuelos desde Asturias a Hannover como supondréis no están de moda, así que no hay un servicio directo... ni mucho menos. Últimamente no es recomendable pasar por Madrid, por eso de la nueva terminal, así que el enlace lo he hecho en Barcelona. Para empezar el vuelo salía a las 8:25, hay que estar en el aeropuerto una hora antes para facturar, y yo normalmente me adelanto un poco más, con lo que habitualmente estaría allí a las 7:10; en esta ocasión, haciendo caso de la publicidad de Iberia, me saqué las tarjetas de embarque por internet, y leí las instrucciones: claramente decía que había que estar allí a las 7:55 para embarcar... a no ser que tuviera que facturar equipaje (y tenía que facturar equipaje), el caso es que me lié, y llegué a las 7:30, lo que para mí es ir apurado.

El avión me llevó sin problemas a Barcelona, donde tenía que esperar 6 HORAS!!!, el avión se retrasó y fueron 7, ¿que qué más da 6 que 7? Pues sí, es diferente; es como cuando tienes un viaje de 7 horas, la última siempre es la más larga, y si después de la última tienes otra más... imaginad.

Pero aún no hemos llegado a lo peor. Por razones diversas el viernes no había dormido mucho, así que esperaba ansioso a que el avión se inclinara para ponerme otra vez a dormir. Cuando ya estaba el avión casi lleno subió una señora con un cierto sobrepeso, por así decir, y la veía avanzar... venía hacia mí... hay más sitios libres, ¿¿¿por qué a mí??? Sí, su sitio era el de al lado del mío, y no es que me caiga mal la gente con sobrepeso, pero esta señora ocupaba su asiento Y LA MITAD DEL MÍO!!!! Ni avión inclinándose ni nada, no hubo manerda de dormir en todo el viaje. Realmente ocupaba la mitad de mi asiento, pero qué culpa tenía la señora? La culpa es de la compañía aérea que no tiene previstos esos casos: hay gente que no cabe en un asiento normal, y ¿por qué tengo yo que utilizar medio asiento cuando he pagado uno entero?

Un magnífico sábado, como habéis podido ver... sólo faltó que me perdieran las maletas, espero que la vuelta sea más tranquila, al menos sólo tengo 3 horas de espera en aeropuerto (más retrasos).